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Chamoso

EL RECAUDADOR DE HACIENDA.- 1ª PARTE.-

 TERRAS DO CORGO. Por los años 1950 cada tres meses se pagaba la contribución de la propiedad  inmobiliaria que cada uno poseia, lo  mismo que ahora. Entonces en el Consello de O Corgo en este caso habia que ir a pagar  al pueblo X donde  venia el recaudador a una casa particular que le dejaban para tal fin  y allí estaba unos dias hasta terminar la actividad, sobre dos o tres dias. Era un personaje mas bien alto y fuerte con cara de pocos amigos, pero iba siempre muy bien vestido, de traje oscuro y corbata. Residia en Lugo, venia a las 9 de la mañana en la empresa de linea la Directa y se marchaba a las dos en la misma linea que hacia el recorrido Lugo-Baralla y Baralla-Lugo Los pagadores a las ocho de la mañana, una hora antes ya se encontraban haciendo cola a la puerta del despacho provisional, ya que no era ninguna dependencia oficial, sino alquilada o cedida para dicho fin. El recaudador bajaba del autobús con un maletín de cuero de color marrón, se dirigía a su despacho, pàsando por entre la gente que ya estaba haciendo cola, serio y sin saludar ni dar los buenos dias, se metia en la pequeña oficina y a las nueve  en punto mandaba pasar al primero. El despacho era un local provisional, con una silla, una mesa pequeña de castaño y encima dos cajas vacias de la fábrica de farias de Xixón, usando una para la calderilla de los cambios y la otra para los billetes. Aquél hombre, el recaudador, le echaba la bronca a todo el mundo, todos le tenian pánico, una cosa es respeto y otra pánico. Entró a pagar Calixto el primero de la cola, que usaba sombrero pero no se dió cuenta de quitárselo al entrar, por lo que él recaudador, lo puso a parir, le llamó de todo y lo mandó ponerse  el último de la fila. Otro de los pagarines tenia catarro y tosió cuando le estaba pagando, con tan mala suerte que le cayó algo de saliba encima de los billetes que habia en la caja de las farias, bueno, le lió una muy gorda, llamándole tuberculoso, mal nacido y tambien le hizo ponerse el  último.  A Ramonín un paisano de de Arxemil, le cogió el paraguas y se lo partió  por entrar con el mojado al despacho y le dijo Ramonín ! pero señor si no hay paragúero,¡! bueno pues si no hay paragúero la próxima vez se va usted a tragar el paraguas entero. A ..Josepin le pasó una mas gorda, tenia que pagar en total 27 ptas con diez céntimos y llevaba lo justo pero la perrona de los diez céntimos estaba vieja y un poco osidada, se la cogió con la mano el recaudador, le mandó abrir la boca y se la metió encima de la lengua y le dijo, "tráguesela" y el tonto se la tragó, teniendo que salir a la cola a que le dejaran otra moneda para poder  pagar. Nadie se atrevia a protestar, además estaba siempre allí una pareja de la Guardia Civil y podia haber problemas en aquellos tiempos. Por hoy dejamos en paz al recaudado, que el que suscribe no tiene nada en contra de los funcionarios de hacienda, ni quiero con este humilde artículo menospreciar su profesión, pero parece ser que el amigo del comentario no merecia estar ni ocupar dicho cargo. Seguiremos con una segunda parte.-  Si álguien tiene la gentileza de leer este sencillo artículo que pregunten a sus padres o abuelos, seguramente se acordarán de la personalidad de dicho funcionario, me gustaria mucho que álguien lo certificara de  oida de algún familiar o vecino, como es en mi caso; por otra parte los datos aquí narrados, si coinciden con algún nombre o hecho, es de pura casualidad. Se me olvidaba que normalmente se juntaban entre algunos vecinos para ir juntos a pagar y luego comian el pulpo en casa do Zoilo de Gomean, muy cerca de la oficina recaudadora, por lo menos se recuperaban un poco del trago, decia un amigo y vecino de mi padre " este cabrón encima que nos quita os cartos reñenos" no doy mas datos.  Un saludo de xosevila.-

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