TU PUEBLO Y MI PUEBLO.-

El pueblo de cada uno anda escrito para siempre en la piel y en la memoria y está siempre esperando la hora de tu visita, y más si por circunstancias de la vida te tuviste que ir de él de joven buscando otro porvenir ya que él no te lo podía proporcionar, pero por ello aunque te fueras un poco contra tu voluntad, no le guardas rencor, al contrario le comprendes y le tienes incluso más efecto que aquellos que se quedaron en él, ya que tus recuerdos son más fuertes. En tus momentos nostálgicos te recuerdas de todos sus recodos, caminos, atajos, sus fiestas, sus casas, sus vecinos que con muchos de ellos fuistes a ese colegio con aquella maestra que te enseñó tus primeras sílabas, la iglesia donde a lo mejor estuviste de monaguillo, cuando te cobijaste debajo de aquél árbol que sigue guardando algún secreto, cuando recorriste aquella carretera local para ir a las fiestas del entorno, el día que tús padres te compraron la primera bici y no podiste dormir en toda la noche esperando cogerla el dia siguiente para  mover sus pedales, cuando te ibas a bañar al rio con tus amigos; todos ellos son recuerdos que solamente los aprecia aquél que no reside habitualmente en su pueblo desde hace años pero que lo visita de vez en cuando siendo para él dichas visitas inyecciones de vitamina para alimentar  esas añoranzas.

Un empresario  que tenía más de 15 locales de hosteleria en Barcelona, con 150 empleados, y que solamente visitaba su  pueblo el mes de vacaciones, entraba en él siempre cantando de alegria y cuando se marchaba siempre le caía alguna lágrima; apreciaba más tomarse un vino con sus vecinos que comerse una buena mariscada en uno de sus mejores restaurantes de la Ciudad Condal, dar un paseo por aquellos senderos donde habia jugado al escondite con los niños y niñas de su edad, el colegio donde la maestra alguna vez le habia castigado a estar de rodillas por no saberse la lección, la cocina donde su madre le preparaba el desayuno para ir al colegio y, todos estos recuerdos decia él, solamente los sabemos apreciar algo más los que por circunstancias de la vida hemos tenido que coger la maleta de cartón con una muda dentro, para  buscarse las habichuelas.-

Y aquí finaliza mi modesto artículo, dedicado a todas  las personas que han tenido que emigrar de su pueblo para buscarse un porvenir.-Un abrazo para ellos de Xosé P.Vila.-    

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