LOS ZAPATOS VIEJOS.-

 Aquella mañana del mes de mayo de 1954 salió soleada a pesar de que el dia anterior habia llovido y nadie esperaba un miércoles tan primaveral. Era una buena señal ya que al dia siguiente en aquél pueblo lucense se celebraba la fiesta de la Ascensión en honor a la Virgen de las Virtudes, nos podemos basar en un dicho que todavia existe " tres jueves hay en el año que relucen mas que el sol, Jueves Santo Corpus Christe y el Jueves de la Ascensión". Era tradicional en dicha aldea que el dia anterior a la fiesta se llevaran en procesión acompañada de todos los vecinos/as y gentes cercanas de otras aldeas,  las imágenes de San Miguel y la Purísima Concepción y que dichas imágenes se encontraban en la iglesia parroquial del pueblo y a una distancia de mil metros de la  romeria, y que alli permacecian durante unos dias para acompañar a la Santa de las Virtudes, regresando posteriormente al lugar de origen que era la iglesia parroquial. Pepe en aquellos años era un niño que junto con Manolo, un vecino y amigo, eran los monaguillos y por supuesto tenian que acompañar al cura en dicha procesión, luego ayudar en la celebración de la posterior  misa, etc, las misiones habituales de un monaguillo. Pepe habia ido con su madre a Lugo dos dias antes a comprar unos zapatos debido a que los únicos que tenia le habian quedado viejos y pequeños, entonces lo normal era que dichos zapatos  los estrenara el dia de la procesión es decir la víspera de la fiesta, pero no fué así, el niño queria hacerlo el dia oficial de la fiesta, todo el mundo estrenaba algo ese dia y él solamente tenia sus nuevos zapatitos de color marrón comprados en la zapateria de la calle Conde Pallares de Lugo. Cuando regresaron al medio dia a casa después de dicha ceremonia, el joven cogeaba de ambos pies, con grandes moratones en los mismos teniendo su madre por indicaciones de una vecina de que metiera los pies en agua caliente con sal durante dos horas para poder poner los nuevos al dia siguiente; pero bueno la medicina casera hizo efecto y se le fueron marchando dichas heridas pudiendo estrenar los nuevos, además pensando en la fiesta, en que venian sus tios y primos a comer al mediodia eso le daba vitalidad y pasó junto a sus primos amigos y vecinos un dia divertido.

Eran tiempos así, porque en casa de Pepe no habia para más, los zapatos tenian que durar hasta que le fueran pequeños y solamente se ponian para ir a una fiesta o feria, el resto de los dias del año para ir tanto al colegio como a trabajar al campo se usaban zuecas herradas por abajo con latón o similar, eso lo hacia su padre, a veces aprovechaban las latas de sardinas para tal hecho y lo mismo pasaba con el resto de la vestimenta, aunque en el caso de Pepe ahí estaban un poco salvados ya que tenian unos tios en Argentina que de vez en cuando les mandaban un paquete bueno de ropa.

No quiero terminar este sencillo y real artículo sin volver al dia de la fiesta de las Virtudes. En aquellos años y posteriores dicha romeria era muy concurrida por los pueblos del entorno. El Pueblo de San Miguel de Pedrafita era muy conocido precisamente y sigue siéndolo por la fiesta de las Virtudes y sus maravillosos vecinos/nas. En una carballeira próxima al campo de la fiesta si salia un buen dia las gentes de pueblos vecinos venian con la comida y estiraban sus manteles colocando encima sus ricos manjares, daba gusto observar el ambiente debajo de los carballos, yo he tenido la suerte de poder verlo; hoy ya no es así, todo va cambiando, son otras costurmbres, otra juventud que tiene otra forma de divertirse y en una palabra, otros tiempos. pero la fiesta sigue ahí con sus dos dias grandes de romeria, las mejores del entorno. Bueno no quiero ser mas pesado pero escribo este sencillo artículo con mucho cariño dedicado a mi pueblo.- Un abrazo de Xosé P.V.       cuelgo una foto de la fiesta de las Virtudes en Pedrafita O Corgo 2010 con la ermita de la santa al fondo.-