RUTA DAS MEIGAS.- Ponte galiñeiros, por aqui pasaban.-

 Decia o Sr. Manuel, un vecino del consello de O Corgo, que "averlasailas"; bien, este hombre ya fallecido hace años contaba que en varias ocasiones se habia encontrado y hablado con estos personajes y que incluso se consideraba amigo de ellos tanto él como su padre Sagismundo,"el tramposo" este era el mote que tenia y el hijo manolo le llamaban, manolín "el mentiroso", ambos eran muy conocidos por la zona y se dedicaba a zoqueiros, hacian zuecas y zuecos y luego los iban a vender a las ferias del entorno, Nadela, Adai, Baralla. Castroverde etc,, eran unos buenos profesionales de este oficio según los comentarios vecinales, lo que habia que tener era mucho cuidado al darte el cambio, si te podian dar un patacón menos te lo daban, pero después como personas no habia caso, eso sí, mentirosos no habia mas, le mentian hasta al cura y a la guardia civil, eran muy finos para eso. De todas formas los hechos que se van a narrar en este humilde relato a pesar de tener la fama de mentirosos fuentes de personas del municipio pudieron confirmar que fueron ciertos.

Un dia Sagismundo que venia con su hijo Manolín de la feria de Castroverde a la que  habian llevado zuecas y zuecos para su venta como todos los meses, regresando aquel dia mas tarde por quedarse a cenar en casa de unos amigos en la aldea de Gracián; seria sobre  la media noche cuando al pasar a la altura del lugar llamado camino do rente, cerca de la ermita de las virtudes, sintieron voces de mujeres hablando; la noche era de las del mes de febrero, fría y oscura, ellos estaban acostumbrados a andar de noche y encontrarse con muchos casos extraños pero como tambien eran muy entrometidos decidieron esconderse a orillas del regato de as lavandeiras llamado (A Moa) y a esperar ,a ver si podian enterarse que hacian allí aquellas mujeres a las dos de la madrugada o de la noche, pero como todo seguia igual decidieron subir un poco por el regato  arriba, su sorpresa fué que al llegar próximos a la fuente de las virtudes que se encuentra en una de de las orillas de dicho riachuelo, observaron  la silueta de tres mujereres sentadas en el techo de la citada fuente  cojidas de las manos y pidiendole cosas a alguien como si fuese a su superiora o al demonio o algo parecido, comentando, mañana a este hora en el cementerio de a lagarteira; se marcharon las tres del lugar cogiendo una de ellas hacia Queizan y las otras dos hacia Campelo.

Al dia siguiente acordaron Sagismundo y su hijo Manolín seguir con la investigación a ver si podian averiguar quienes era esos tres personajes. El cementerio de la lagarteira era el antiguo cementerio de San Miguel de Pedrafita donde tambien se encontraba la antigua iglesia del pueblo, de esto hace más de  180 años hoy en dia tanto la iglesia como el cementerio están más próximos al pueblo. La noche tambien era fria y oscura, pero padre e hijo decidieron arriesgarse y emprendieron camino hacia la lagarteira llegando al lugar sobre la media noche quedándose agachados detrás de una pared que colindaba con el campo santo por la parte trasera camino de San Martiño, era una pared de un metro y medio de alto hecha de piedra posiblemente de las canterias de pena de ladrón y, por un pequeño agujero de dicho muro podian observar el lugar sin ser vistos pero de momento allí no habia nadie así que decidieron relajarse y a esperar acontecimientos, pudiendo observar al poco rato que dos mujeres vestidas de negro con pañuelos en la cabeza que tambien les ocultaban el rostro entraban en el referido campo santo sentándose en una piedra semicircular que habia a unos tres metros de la puerta de entrada sacando una de ellas un papel con unos símbolos raros y clavando en dicho papel unas agujas o alfileres y pronunciando unas palabras, para ellos en un idioma raro, no era gallego ni castellano, llegando en ese momento la tercera mujer a la cuál las compañeras le preguntaron por su tardanza, contestándoles que debido a un percance que habia tenido en el camino que une Sanfiz de Bergazo con Pedrafita y que dicho percance habia sido por motivo de una pelea entre un vecino de Pedrafita y uno de Sanfiz,  los cuales discutian en el medio de dicho camino por una mujer que al parecer los dos andaban liados con ella y acordaron ir a una lucha a muerte  pudiendo observar que habia ganado el de Pedrafita decapitando al contrincante con un hacha de grandes dimensiones y arrojándolo a un regato existente en el lugar de pontide y que aunque ella no habia participado directamente en la pelea si le habia hechado una maldición al de Sanfiz para que perdiera, les dijo que el de Pedrafita era un hombre alto y guapo y el otro era más renacuajo y feo y allí seguian padre e hijo observando escondidos el panorama de las tres mujeres las cuales sobre las tres de la mañana se fueron del cementerio con dirección a la ponte de galiñeiros dirección Arxemil, no antes de oirles que al dia siguiente se encontrarían en el cementerio de Adai. Segismundo y su hijo se fueron para su casa volviendo ambos a estar de acuerdo para al dia siguiente de  ir al campo santo de Adai, pero un poco antes de entrar en el domicilio Sagismundo le comentó a su hijo; a mí la voz de la última mujer que llegó al cementerio se me hace conocida, pero no caigo donde la escuché; se acostaron ya que al dia siguiente tenian que trabajar en su oficio de zoqueiro, aunque al padre le era imposible coger el sueño acordándose de aquella voz. Al levantarse por la mañana su mujer  Meli le dijo, sabes quien vi ayer en la feria de nadela y me dió recuerdos para tí, a tu tia Gertrudes, pues muy bien, pero en esto él pegó un puñetazo en la pared y dijo, ya está, era mi tia la tercera mujer, la madre que la parió, mirá por donde anda metida, ya su madre que falleció hace dos años le llamaban "a bruxa loca" y nada, lo comentó con su hijo Manolín y este la dijo, pues ahora hay que descubrir quienes son las otras dos, así que esta noche en Adai.

A media noche padre e hijo ya se encontraban escondidos detrás de la tapia del cementerio, pero su sorpresa fué cuando vieron llegar a dos hombres bien vestidos de traje y sombrero con un pequeño maletín en la mano el más alto, pero sin pasar al interior del campo santo quedándose en la puerta, donde al poco rato llegaron las tres mujeres esperadas dándoles a cada uno de   ellos un beso  y haciéndoles entrega del citado maletín y marchándose del lugar con dirección a Queizan en dos caballos que tenian atados a un carbayo del campo de la feria. Las tres mujeres vestidas de negro abrieron el citado maletín y estuvieron revisando su interior que a ellos les parecioron joyas de oro, anillos pulseras etc. La cosa ya tomaba otras dimensiones distintas a los que ellos creian de  que eran unas simples meigas por lo que dejaron de seguirlas  desde  ese dia, de todas formas Segismundo tenia un amigo que era G.Civil y un dia fué a verlo al cuartel y le comentó el asunto por lo que el comandante del puesto tomó cartas en el asunto llegando a descubrir todo el cacao que es el siguiente: Las tres mujeres se hacian pasar por meigas porque ademas lo eran, la tia de Sagismundo era la jefa, las otras dos eran amigas de pueblos cercanos y las tres hacian de meigas y de vendedoras de joyas etc. y los dos caballeros del cementerio de Adai eran los jefes de la banda que robaba las joyas, que cometian robos en joyerias de toda españa, por lo que la G.Civil procedió a su detención y posterior ingreso en prisión. A Sagismundo ya le parecia según le habian comentado unos vecinos que su tia  habia comprado un piso en la calle Rua Nova de Lugo y siempre andaba muy elegante, lo que a él le daba que pensar  eran las citas de los cementerios, pero al parecer lo hacian para despistar como meigas porque en aquellos tiempos igual que ahora "haverlasailas"y decian que estos personajes tenian una ruta que era entre los cementerios ya citados y tambien el puente medieval de galiñeiros e incluso su ruta cogia parte de la via romana XIX, y sobre el hombre muerto entre Sanfiz do Bergazo y Pedrafita, al final resultó que no habia muerto, simplemente que habia recibido una buena paliza y lo del hacha que contaba la meiga-testigo era tambien mentira, confundió el hacha con un gallito de volver la hierba seca.- Un abrazo de Pepe.-